11. Príncipe de un cuento que no existe

lunes, 4 de febrero de 2013

Ha llegado el momento, el momento de confesaros todo lo que ha pasado. No es fácil, para nada. Me siento profundamente decepcionado, dolido. Yo le creí. Pensaba que sus palabras eran verdad. Que me quería. Que iva a cuidarme, a mimarme. Y me ha engañado. Como el imbécil que soy.

Caminantes, ¿os acordáis de la conversación hasta las tantas con Anthony de ayer?, pues bueno, me comentó que después de tantas decepciones amorosas, un amigo le registró en Badoo, para probar. (No sé si conocéis la web, es para conocer gente) y que allí había conocido a dos chicos, uno del que se enamoró y blah blah blah...

Pues bueno, no se me ocurre otra cosa esta mañana que registrarme en dicha página (con un perfil falso, no con mis fotos) para ver qué se cuece allí ya que no había entrado nunca. Sin casi hacer nada comienzan a hablarme un montón de tíos, la mayoría diciendo de quedar o cosas peores (cochinadas vamos..) y atención a quién, poco después de registrarme, me envía un mensaje.

ANTHONY. Sí, el mismo. Con las mismas fotos. Con el mismo todo. Él. Y claro, yo flipando. ¿Qué me decía?, lo mismo que a mi. Que era muy guapo, que no se qué, que blah blah... Luego se volvió a conectar, y yo, sin poder esperar más, pues le pregunté cosas. Recordad Caminantes, que estoy en esta web con un perfil falso, es decir, que no soy yo.

Me dijo que no me quería mentir, y que sí, que había alguien. ¿Se referirá a mi?, ¿mi yo real?. Pues no. Y una mierda. Dijo que era un chico con el que se había visto solo una vez pero con el que habían pasado cosas. Ah, pero es que no es todo. Le pregunto más sobre este chico y Anthony, ni corto ni perezoso, me dice que han quedado hace poco y que no solo hablaron... Que se besaron... Y que hubo más cosas...

Flipando. Yo flipando. Alucinando. ¡Tiene más cara que espalda!, y yo ayer creyéndomelo todo, como un imbécil, queriendo quedar con él. Pero es que ahí no acaba la cosa Caminantes. Yo, sin cortarme ni un pelo, le pregunté por si había alguien más, aunque no se hubiera visto nunca en persona (esperando que me mencionara).

¿Dice algo de mi?. Y una mierda. Me dice que habla con unos cuantos (no con uno, no, con unos cuántos), pero que no les importa nada, que suda de ellos y ellos sudan de él. ¿Hola?, ¿hola?, ¿hola?, ¿en serio?.
No le importo una mierda, soy uno más, uno más del montón de mierda. No significo nada, yo me confesé con él, yo le expliqué de todo, me abrí.

Me abrí a un capullo. Y yo pensando que de verdad me podía enamorar de él, cuándo en realidad va follando con otros y habla con otros tantos. Y yo me sentí especial, sí, dormí sintiéndomelo. Soñaba en aquella cena a la luz de las velas, con besos, con aquellas carícias que me prometía.

Quiero mandarlo todo lejos, muy lejos, no saber nada. Y ahora él vendrá a buscarme a mi instituto el viernes. ¿Qué hago?, lo único que quiero es olvidarme de él, no saber nada más. Odiarle. Odiarle profundamente. Por abrirle mi corazón y que él escupiera dentro. No me merezco esto.
Soy el príncipe de un cuento que no existe.


0 comentarios:

Publicar un comentario