14. Un amor joven... Demasiado joven

martes, 12 de febrero de 2013

Voy a intentar volver a la carga con el blog, aunque no he tenido mucho tiempo libre y ahora me parece que se avecina menos, con los exámenes a la vuelta de la esquina. Bien, Caminantes, esta historia continúa la vía de ser un culebrón porque parece que comenzemos una nueva temporada, ya que se avecinan nuevos personajes y nuevas tramas, aunque esperemos menos mierda que las que hemos ido viendo por estos lares.

Aunque debería haber dejado la web aquella de conocer gente después de enterarme de lo de Anthony... No lo he hecho, me entretiene. En serio, hay un jodido mundo ahí dentro, y la verdad es que me interesa mantener el contacto con Anthony, ¿porqué?, seré sadomasoquista, me da igual, pero es divertido ver cómo le cuenta la misma milonga a todo tío que se le pase por delante, ¿la misma con la que me comió la oreja y caí como un imbécil?, esa misma, si es que hasta me provoca risa ahora.

De la web ya os hablaré, porque hay mucho que explicar, pero hoy os voy a presentar uno de los nuevos personajes de la temporada: Malvin (vaya nombrecito le he ido a poner...). Justamente viene a coincidir que este chico vive en la misma ciudad que Mario, mi amigo enamorado, y no sólo eso, se conocen y han hablado alguna que otra vez.

La historia con Malvin es un tanto antigua, quizá nos remontamos a cuándo volvía a retomar el contacto con Mario. Me agregó a Facebook y hablamos a partir de ese momento, sin yo darle más importáncia de lo que era, un chico que me había agregado y punto. Eso sí, cosa importante, tiene 13 AÑOS, es decir, que lo meteríamos fácilmente en la categoría de NIÑO... Pues bien...

Hace unos días estaba yo tan tranquilamente viendo la tele después de horas estudiando y comienza a hablarme este chico, Malvin. Lo notaba extraño, no sé, cosas que notas aunque sea por WhatsApp, ponía muchas caritas en plan ":$" o mucho "jejeje", yo me olía algo, pero me reía más que creérmelo.

En una de estas conversaciones por Facebook me comentó que estaba hablando con un chico de 19 años que le gustaba, y bueno, poco más, ya que ni me pasó fotos ni nada, no os penséis que el nene dió detalles. Pues bien, ahí comenzó el temita, confesándome que le había dicho a este otro que le gustaba otra persona... Y ahí ya me vi el chaparrón... Pues sí, que le gustaba YO, Caminantes, YO.

Malvin tampoco es que sea muy guapetón ni muy agraciado, es simpatiquete y tal, pero bastante simple... Pero es que en resumidas cuentas... 13 AÑOS, ¡es una barbaridad!, casi cinco años de diferéncia, que no es por el tema del número de años, sino porque él es un NIÑO, y claro Caminantes, ¿y a este dilema cómo le plantas cara?.

Pasamos de un Anthony con 26 o más añazos a un Malvin de 13... Y claro, ¿cómo le dices algo a este chiquete?, pero es que tampoco quiero que pase nada, además de porque no me acaba de gustar (física e interiormente, importante), pues por lo que se vé a leguas, ¿qué hago con un niño de pareja?.

13. Por la puerta de atrás y sin llaves

jueves, 7 de febrero de 2013

No han comenzado los exámenes y ya estoy cansado de ellos. Y eso que no estamos a finales de Febrero, que es cuándo arracan de verdad los trimestrales. Ufff... Me siento sin vitalidad cómo para afrontarme a ellos, pero tendremos que sacar fuerzas de dónde no las haya.

Quería aclarar que sí, que las cosas con Mario, Anthony y Dave están más que zanjadas, tal y cómo yo pensaba en un principio, sin un resultado, un zero, pero qué le haremos. El blog seguirá abierto, ya que bueno, hay novedades y aquí os voy a ir mostrando poco a poco de lo que os hablo.

Primero, cerrar el tema de Anthony, ese valiente capullo. Hablé con él (siendo yo, desde Facebook) y bueno, fuí directo al grano, y fué él mismo el que me confesó parte de lo que había dicho en mi perfil falso (ni se lo expliqué ni nunca lo haré). Habló sobre el chico con el que se vió, y que está conociendo a uno por internet, creo que refiriéndose a mi otro yo. Pero jamás dijo nada tan drástico como por Badoo.

Ya me da igual, sinceramente. Tiene una forma de actuar que me hace intentar volver a caer, me explica que sólo quiere estar a mi lado, como amigos, para apoyarme... Pero no lo quiero, no lo quiero para nada. Es un capullo. Y lo sé. Por eso me tengo que pellizcar algunas veces cuándo hablábamos.

Ahora ni yo le hablo ni él me habla. Es consciente de cómo están las cosas, y de que no estoy bien con él. Supongo que no hice caso a las constantes advertencias del peligro de internet y la gente falsa, pues bueno, aquí tenéis un ejemplo clarísimo. Y lo peor de eso es que no he caído en sus garras por lo guapo que es, por su físico...

No. Para nada. Anthony es poco agraciado y le sobran unos cuántos kilos (unos cuáááantos) y a pesar de eso, lo que me atrajo a él fué su manera de tratarme, su manera de cuidarme... Todo eso fué lo que me hizo replantearme el poder enamorarme de él y el darle una oportunidad, una opción que tenía descartada desde el principio pero que luego me replanteé.

Me ha ofrecido que le bloquee y que él no me molestará más. No lo haré. Me parece de muy mal gusto. Pero no hablaré con él, no quiero nada más relacionado con él. Dejaré que pase toda esta tormenta y que siga con sus historias de ligoteos por internet (no mencionaré las guarradas que me dice en el perfil falso.. Muestra de su romanticismo). Pero la historia de Anthony no sigue conmigo.

Seguramente pasen las semanas y llegará el momento en que lo borre. Y ya está. No hay nada más que contaros relacionado con este capullo, sólo advertiros, que andéis con los cinco sentidos siempre, que siempre habrá algún capullo queriendo aprovecharse de vosotros. Puerta. Y se acabó.

12. Barreras que el amor no romperá

miércoles, 6 de febrero de 2013

La cosa va cayendo, y en picado, Caminantes. Al igual que toda esta historia comenzó en apenas dos días, parece que se desmorona en la misma velocidad de tiempo. Es cómo si estuvieras dentro de una casa y observaras los muros caer, queriendo aplastarte, hundirte, dejarte en la oscuridad para siempre.

Al principio Mario, que cómo os expliqué habrá únicamente amistad, luego Anthony, con el que las cosas están pendientes de un hilo. No pasará nada sentimental, lo tengo claro. Pero ahora la decisión es si mandarlo a la mierda definitivamente o dejarlo apartado a un lado.

¿Quién queda en este tinglado?, pues el que siempre me llamó la atención, el que me hacía agitarme con las vibraciones de sus mensajes, el que me hacía ser histérico pensando lo perfecto para responderle... Dave. Como os conté, hemos tocado techo, no hay más, no hay dónde ascencer. Hemos avanzado mucho, os lo repito, y estoy contento, feliz, pero basta, no hay más.

Hay momentos en esta vida en los que hay que saber decir adiós, aunque duela, lo he hecho con los dos anteriores y lo haré con Dave, aunque sea el que más me duela profundamente. A pesar de que hace unos días que sé que no vamos a más, yo lo intenté, luché, por reflotar el asunto y volver a tener esas esperanzas del comienzo.

Ya no se me ilumina la mirada con sus mensajes, ya no siento la absurda necesidad de sonreir cada vez que hacía una broma... Hay una barrera. Esa barrera no la puedo romper. Ni el amor ni nadie. Está ahí, presente, nos separa. No hay nada que hacer. Ahora hablamos poquísimo, yo intento sacarle las palabras (como casi siempre, la verdad) pero nada, las conversaciones acaban prematuramente, siempre.

En estos días él ha tenido la inicativa de hablar una sola vez, pero bueno, acabamos la conversación pronto. Y por si fuera poco, dentro de lo poco que hablamos, soltó otra vez el tema de su ex... Que no salía de fiesta por él, por encontrárselo, porque lo estaría mirando... ¿La razón?, obvia. Le sigue queriendo.

Y no hay más. Esa es la barrera. ¡Ahí está!. Presente, alta, imponente. No tengo nada que hacer. Seguiré hablando con Dave, eso espero, pero se acabó Caminantes, ya lo he dicho, hay que saber decir adiós, y hace tiempo que este camino se quedó sin recorrido.

11. Príncipe de un cuento que no existe

lunes, 4 de febrero de 2013

Ha llegado el momento, el momento de confesaros todo lo que ha pasado. No es fácil, para nada. Me siento profundamente decepcionado, dolido. Yo le creí. Pensaba que sus palabras eran verdad. Que me quería. Que iva a cuidarme, a mimarme. Y me ha engañado. Como el imbécil que soy.

Caminantes, ¿os acordáis de la conversación hasta las tantas con Anthony de ayer?, pues bueno, me comentó que después de tantas decepciones amorosas, un amigo le registró en Badoo, para probar. (No sé si conocéis la web, es para conocer gente) y que allí había conocido a dos chicos, uno del que se enamoró y blah blah blah...

Pues bueno, no se me ocurre otra cosa esta mañana que registrarme en dicha página (con un perfil falso, no con mis fotos) para ver qué se cuece allí ya que no había entrado nunca. Sin casi hacer nada comienzan a hablarme un montón de tíos, la mayoría diciendo de quedar o cosas peores (cochinadas vamos..) y atención a quién, poco después de registrarme, me envía un mensaje.

ANTHONY. Sí, el mismo. Con las mismas fotos. Con el mismo todo. Él. Y claro, yo flipando. ¿Qué me decía?, lo mismo que a mi. Que era muy guapo, que no se qué, que blah blah... Luego se volvió a conectar, y yo, sin poder esperar más, pues le pregunté cosas. Recordad Caminantes, que estoy en esta web con un perfil falso, es decir, que no soy yo.

Me dijo que no me quería mentir, y que sí, que había alguien. ¿Se referirá a mi?, ¿mi yo real?. Pues no. Y una mierda. Dijo que era un chico con el que se había visto solo una vez pero con el que habían pasado cosas. Ah, pero es que no es todo. Le pregunto más sobre este chico y Anthony, ni corto ni perezoso, me dice que han quedado hace poco y que no solo hablaron... Que se besaron... Y que hubo más cosas...

Flipando. Yo flipando. Alucinando. ¡Tiene más cara que espalda!, y yo ayer creyéndomelo todo, como un imbécil, queriendo quedar con él. Pero es que ahí no acaba la cosa Caminantes. Yo, sin cortarme ni un pelo, le pregunté por si había alguien más, aunque no se hubiera visto nunca en persona (esperando que me mencionara).

¿Dice algo de mi?. Y una mierda. Me dice que habla con unos cuantos (no con uno, no, con unos cuántos), pero que no les importa nada, que suda de ellos y ellos sudan de él. ¿Hola?, ¿hola?, ¿hola?, ¿en serio?.
No le importo una mierda, soy uno más, uno más del montón de mierda. No significo nada, yo me confesé con él, yo le expliqué de todo, me abrí.

Me abrí a un capullo. Y yo pensando que de verdad me podía enamorar de él, cuándo en realidad va follando con otros y habla con otros tantos. Y yo me sentí especial, sí, dormí sintiéndomelo. Soñaba en aquella cena a la luz de las velas, con besos, con aquellas carícias que me prometía.

Quiero mandarlo todo lejos, muy lejos, no saber nada. Y ahora él vendrá a buscarme a mi instituto el viernes. ¿Qué hago?, lo único que quiero es olvidarme de él, no saber nada más. Odiarle. Odiarle profundamente. Por abrirle mi corazón y que él escupiera dentro. No me merezco esto.
Soy el príncipe de un cuento que no existe.


10. Dramas y Mentiras

Hola Caminantes,
Digamos que hoy tenía que venir aquí a explicaros buenas notícias con Anthony, pero las cosas se han torcido, ¡y de qué manera!.
Aún no me creo lo que me está pasando, pero ha ocurrido por creer en quién no tenía que creer, dejarme llevar, he hecho el imbécil todo este tiempo.

Ayer estube hablando con Anthony hasta bien tarde, quizá eran las 2:30h. o 3:00h, y bueno, me pilló en un momento de bajón, recordando momentos pasados y futuros, sobre todo tema sentimental, el amor y estas mierdas. Pues bien, me dejé ir, me confesé con él. Le conté todo lo que me había pasado, todo lo que siento, cómo estoy...

No sé. Todo fluyó. Él era comprensible. Me comprendía, me ayudaba, me decía cosas bonitas. Me hacía hasta llorar de lo que me decía, pero de felicidad, no me podía creer tener a alguien así conmigo, e incluso pensé que de verdad podía haber algo, que Anthony me iva a tratar bien, que se iva a desvivir conmigo. Quizá una pequeña chispa de ilusión florecía en mi.

Y yo creí que se confesaba conmigo. Me explicó todas sus relaciones, lo mal que lo había pasado, que se le encojía el corazón el ver la foto de su ex... Yo me lo creí. Todo. Pensaba que allí estaba la persona que más me iva a cuidar, que más me iva a querer.

¿Era de verdad posible enamorarme de Antony?, me prometía llevarme a cenar con él, en una noche romántica, a la luz de las velas, que él me trataría bien, delicadamente, poco a poco... Me lo tragué todo. Todo. Todito. Parecía un imbécil babeando por todo lo que me decía.

Se me olvidaron todas las cosas negativas. Me venía a la cabeza que podía ser feliz a su lado, sonreír, disfrutar de sus abrazos. Independientemente de la edad y del físico. No sabéis cómo me sentaron sus palabras. De bien. La de felicidad que me transmitían. Me decía que quería estar a mi lado, dormir abrazados... ¿Quién no va a caer cuándo le cuentan eso?.

Caminantes. Lo tenía todo claro. ¡Incluso le dije dónde estudiaba!. Incluso quedamos para vernos esta semana, ¡y nos veremos!. Y yo estaba tan contento. Nervioso. Pero contento. Pero aquí no todo son tan buenas notícias... Digamos que hoy ha pasado algo que... No es bueno..
Nada bueno Caminantes...

9. ¿Fran puede ayudar en todo esto?

sábado, 2 de febrero de 2013

Será que hoy estoy inspirado, o que tengo mucho tiempo libre, pero es que necesito contaros tantas cosas Caminantes... Tantas cosas que no cabrían ni en mil entradas de este blog...
No os vengo a hablar de un posible nuevo amor, ni de alguien con quién esté hablando, para nada.

Nos toca remontarnos un poquito al pasado, os hablo de... Un chico que aquí llamaremos Fran. Digamos que la historia con él es parecida a Anthony, tienen unos 25-26 años y han estado (Fran) o están (Athony) interesados por mí, aunque he de decir que el chico del que os hablaré ahora nunca ha sido tan directo.

Llevo unos días que su nombre pasa por mi mente, no como el amor de mi vida, para nada, como vía de escape. Necesito un camino que me saque de aquí, veo que me sumo en la más profunda oscuridad, y no me conviene. Además de todo por lo que estoy pasando (no sólo sentimentalmente) se une la llegada inminente de los exámenes, de horas y horas encerrado en la biblioteca, y noto que como no le dé al STOP a este circulo interminable voy a acabar muy mal, fatal.

Me he portado fatal con Fran. Creo que jamás he tratado tan mal a una persona, y me siento fatal recordando todo lo que ha pasado. Él siempre ha mostrado interés por llevarme por Barcelona, de fiesta, o tomar algo en algún bar cercano. ¿Acosador?, no, no es lo mismo que Anthony. Me lo he encontrado algunas veces por la calle y hemos hablado, pero bueno, digamos que la edad es un problema...

Sería un problema si habláramos de amor, pero no, mi interés con él en ese aspecto es nulo, zero. Pero... ¿Y si vuelvo a hablar con él?, ¿y si me disculpo por lo mal que me porté?. Recuperar el contacto, irme por ahí con él, sin importarme lo que pudiera pasar. Sí, es un poco kamikaze, pero Caminantes, lo necesito, necesito esa persona que le dé aire fresco a mi vida, que me deje ver un poco de color entre tanta oscuridad.

¿Y si es Fran?, siempre tan cercano, y yo siempre dándole la espalda. Me he portado como  lo peor, y si tomo la decisión de volverle a hablar, no me sorprendería que ahora fuera él el que pasara de mí, en todo su derecho estaría. No ha sido la primera vez que le he montado una así, he vuelto a hablar con él y luego he pasado otra vez de su cara...

Tengo un dilema... Porque la verdad es que la última vez las cosas no fueron bien... Me porté mal... Pero... ¿Y si Fran me puede ayudar en todo esto?, ¿le hablo?, ¿no le hablo?, ¿me perdonará?, ¿estará resentido?.

8. Dónde hay amistad, no hay nada más

En esta espécie de trío que hay montado, se me ha olvidado hablar en profundidad de Mario, el tercero en cuestión. Estoy muy contento de haber vuelto a hablar con él, retomar el contacto, estoy feliz, porque valoro de verdad su amistad, y nos distanciamos por unas tonterías que no deben volver a pasar.

Antes mis ideas con él estaban claras, pero una pequeña nube negra hacía que no lo pudiera ver bien claro. Ahora sí. Y no tengo dudas, Caminantes. Lo único que siento por Mario es amistad, pura amistad, y no habrá nada más. He tomado la decisión, basta ya de mantener esto dando vueltas, me he decantado por la vía de la decisión, y lo más rápido es dejando esta historia en un tema de dos en lugar de tres.

Pero como siempre en este tinglado, no todo es tan fácil, ni de lejos. No siento una atracción física por él, nada, en absoluto, eso sí, tenemos muchísimos gustos en común, tenemos un humor parecido, nos lo pasamos bien... ¿Eso no se llama amistad?. Pues ya está. Él lo ve desde otro punto de vista, pero sé que abrirá los ojos en algún momento y se dará cuenta de que allí fuera el amor lo está esperando.

Pero desgraciadamente, ese no soy yo. En realidad me duele escribir estas líneas, porque es mi amigo. Pero no tenemos que engañar a nuestro corazón, y no, Caminantes, no es lo mismo que con Anthony, por si alguno de vosotros estaba haciendo alguna odiosa comparación.

El martes lo veré, ya que me acompaña a hacer de modelo de uñas para una conocida empresa de estética, y seguro que lo pasaremos en grande. Pero nada más. Amistad. Y digamos que ahora mismo lo necesito más que nunca. Como amigo. Lo necesito como amigo. Y de verdad.

Pero las cosas no dejan de desconcertarme. El otro día una amiga que tenemos en común me hizo unas preguntas para, según sus palabras, "ver si acabábamos de encajar como pareja". Y es que ahí está el problema. ¡No es el único interesado en que estemos juntos!

Me parece que no va a ser tan fácil decir adiós a Mario en esta historia.
Nada fácil.